La tregua de Pascua de 30 horas anunciada por el presidente ruso Vladimir Putin, que debía regir desde el sábado 19 de abril a las 18:00 hasta la medianoche del domingo, se vio empañada por acusaciones mutuas de violaciones entre Rusia y Ucrania.
El alto el fuego, motivado por razones humanitarias, según Putin, buscaba pausar las hostilidades durante la festividad religiosa, pero ambas partes denunciaron ataques continuos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a Rusia de mantener bombardeos y asaltos en varios puntos del frente, citando un informe del comandante en jefe Oleksandr Syrskyi.
Según Zelensky, desde las 10:00 del domingo se registraron 387 bombardeos y 19 ataques rusos, incluyendo el uso de drones kamikaze en regiones como Kursk. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que Ucrania violó la tregua con 444 disparos de artillería y morteros, 48 drones y ataques en Donetsk, Crimea, Briansk, Kursk y Bélgorod, causando bajas civiles y daños a infraestructuras.
A pesar de que Ucrania aceptó la tregua con escepticismo, Zelensky propuso extenderla a 30 días para probar las intenciones de Rusia, aunque señaló que “30 horas son suficientes para titulares, pero no para medidas reales de paz”.