Milei y el Nuevo Rumbo Económico Bajo las Condiciones de Estados Unidos

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El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, arribará mañana a Buenos Aires y la Argentina post devaluación libertaria empezará a escribir una nueva historia en el capítulo de las tumultuosas relaciones con la principal potencia del mundo.

Sin dudas que el apoyo del nuevo “amigo” del presidente Javier Milei, el poderoso presidente Donald Trump, tendrá un costo extra para el país, como suele suceder en estos casos y se espera que Bessent ponga blanco sobre negro las condiciones de EEUU.

Hasta ahora, el jefe de Estado ofrece sólo el alineamiento internacional a Estados Unidos y a Israel. No más.

El apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), organiso al que hace algunos años Milei calificaba de “perverso”, llegó en el momento exacto, cuando la sangría de dólares del Banco Central no daba para más.

Pero el líder de La Libertad Avanza no sólo no cumplió su palabra y devaluó sino que aplicó un porcentaje salvaje del 30% y una liberación parcial del cepo cambiarlo, celebrada sólo por el empresariado.

La titular del FMI, Kristalina Georgieva, adelantó que como contrapartidas habrá “medidas de eficiencia y reformas bien secuenciadas de los sistemas tributario, de coparticipación de ingresos y de pensiones”.

De acuerdo a la mayoría de los economistas consultados, tecnicamente el plan funcionará para poner punto final a la pérdida de reservas, pero hay dudas enormes sobre el traslado del 30% a los precios, en un momento en que la inflación asoma nuevamente con preocupación (3.7% en marzo).

La turbulencia económica, el Gobierno intentó estirar la devaluación y fin del cepo hasta después de las elecciones legislativas de octubre, se registra en consonancia con el enigmático desperezamiento de la CGT y el inicio del año electoral, con los comicios para elegir constituyentes en Santa Fe, donde se avizora una derrota.

Por eso, hay dudas de si las medidas son un trampolín hasta octubre o un manotazo de ahogado sin brújula.

Pero la tensión electoral alcanza su pico máximo en territorio porteño y en la provincia de Buenos Aires.
En CABA, los violetas de LLA compiten con los amarillos del PRO y el radical peronista Leandro Santoro, mientras que en la provincia con mayor cantidad de votantes del país está en ciernes una alianza, impensadamente cascoteada por el presidente del PRO, Mauricio Macri, entre libertarios y el nuevo tridente conformado por Cristian Ritondo, Diego Santilii y Guillermo Montenegro.

Macri quiere imponer condiciones igualitarias entre los partidos y el naciente triunvirato amarillo quiere teñirse de violeta ya. Creen que la marca Milei es la única que puede ponerle término a las ínfulas del gobernador peronista bonaerense Axel Kicillof, decidido al parecer a terminar con la dinastía kirchnerista. (Redacción PF – Fernando Ramírez)

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