En un intento por destrabar el conflicto con el sector cañicultor, el Gobierno presentó ayer miércoles una propuesta concreta: la construcción de un nuevo tren de molienda, con mayor capacidad y viabilidad técnica. La iniciativa fue bien recibida por los representantes del gremio, aunque su aprobación final dependerá de una consulta con las bases.
La reunión, que se extendió por más de dos horas, contó con la presencia del presidente Santiago Peña; el vicepresidente Pedro Alliana; el titular de Petropar, Eddie Jara; el ministro de Agricultura, Carlos Giménez; y delegados del sector productivo, entre ellos representantes de los cañicultores y caficultores.
Durante la conferencia de prensa posterior, Eddie Jara anunció que el proyecto será formalizado por escrito en un plazo de 30 días. La nueva planta tendría una capacidad de molienda de entre 600.000 y 800.000 toneladas, duplicando ampliamente la actual capacidad de 400.000 toneladas.
Jara explicó que el tren de molienda heredado por el actual Gobierno presenta múltiples fallas: desde errores en su concepción técnica y plazos mal definidos, hasta la falta de previsión en el manejo de residuos, lo que representa una amenaza ambiental. “Se llegó a la conclusión de que este proyecto es inviable. Fue remitido al Ministerio Público porque, según asesores jurídicos, hay indicios de hechos punibles”, advirtió el presidente de Petropar.
Por su parte, Cristian Fonseca, presidente de la Asociación de Cañicultores, manifestó que el gremio valora el gesto del Gobierno, pero que la decisión final será tomada por la base. “A nosotros nos parece bien, pero la decisión va a tomar el pueblo. Nos vamos junto a ellos para luego instalar una mesa de diálogo”, señaló.
El Ejecutivo espera que, de aprobarse el acuerdo, el proyecto esté listo para la próxima zafra, prevista para finales de junio.